domingo, 31 de octubre de 2010

Crítica Mínima 1: La Pintura no ha muerto.


Se ha gritado a los cuatro vientos que la pintura ha muerto. Desde el nacimiento de la fotografía en el siglo XIX, que puso en apuros a los retratistas, hasta que el coleccionista inglés Charles Saatchi en la década de los noventa del siglo pasado, insistiera que la pintura ya no tenía sentido. 
Por fortuna esta sentencia hoy está muy revaluada y artistas contemporáneos han logrado seguir pintando apoyados en las ventajas que ofrecen las nuevas tecnologías, como la artista brasileña Karen Aune que expone  Neoptiks ß, en el Museo de Arte Moderno, de Bogotá.  Su obra es una reflexión plástica que se extiende por toda la sala, de las paredes y el techo de donde parece chorrearse hasta el suelo. 
La artista se apoya en dos referentes formales: Ernesto Neto, quien realiza "esculturas" pictóricas o "pinturas" escultóricas que se expanden en el espacio, y Adriana Varejao que realiza sus famosos muros de carne.
Esta estrategia formal hace que el espectador se aleje de una cierta pasividad retiniana para adentrarse en la pintura, tal y como sucede en la película  Sueños  (1990), de Akira Kurosawa, donde el protagonista se sumerge en los cuadros de Van Gogh. Según explica la artista: "Es pasar un poco la raya de lo que consideramos como pintura". Su obra, apoyada en un hiperrealismo, está compuesta por varios módulos.
Es una pintura-instalación, realizada con esmaltes y acrílicos de colores muy fuertes, que logra abrir una ventana perceptiva, donde el ojo se sumerge en una especie de ebriedad óptica. En cuanto al contenido, Aune insiste que su obra "es una ficción de lo que pasa con nuestro cuerpo en este momento híper-ultra-tecnológico".
La tecnología no es cuestionada pero tampoco demonizada; sirve de soporte para pensar el cuerpo como una constitución de microorganismos que nos hacen pensar en una configuración espacial de otros mundos.

viernes, 29 de octubre de 2010

Crítima Mínima.

Desde hace un buen tiempo se ha gritado a todo pulmón, que la crítica de arte para un público más amplio del restringido mundo del arte no existe. Para enfrentar tal sentencia y llenar un cierto vacío hemos creado una columna de crítica de arte en el diario impreso El Tiempo, gracias a la confianza de sus editores. Es para mí un verdadero reto el poder hacer crítica de arte para un público no especializado y en pocas palabras decir lo que hay que decir. Estas columnas apuntan a lo esencial, y son un verdadero abrebocas y complemento para la crítica que he desarrollado desde hace diez años en Vistazos Críticos.  Crítica que se ha desplegado a la revista chilena Escaner Cultural y recientemente a la revista Art Nexus, Arte en Colombia. Así entonces nace Crítica Mínima, una columna semanal que tratará de dar cuenta de las diferentes prácticas artísticas y culturales de nuestro contexto.

Ricardo Arcos-Palma
29 Octubre del 2010.